La premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai afirma que: " Un niño, un profesor, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo".
Os cuento cómo 23 estrellas no han cambiado mi mundo, sino que lo han sostenido.
A 1 de septiembre ni yo mismo apostaba un euro por mí. A 9 de septiembre a las tres de la tarde, mi mundo elegía su propio mundo pero todavía no conocía yo a mis 23 estrellas. A 3 de octubre ni mi mundo ni yo apostábamos por la supervivencia, aunque las 23 estrellas empezaban a alegrar mi camino. A 27 de noviembre mi mundo prefería estar de otro lado. A 22 de diciembre mi mundo me hacía ver que ya no estaba en mí ni yo en mi mundo. En enero la oscuridad se hizo entre el mundo y yo, mis 23 estrellas se esforzaban por iluminar mi camino. En febrero todo quedaba dictado para sentencia, ahí fueron mis 23 estrellas mi salvación. A 1 de marzo, quienes me conocen, sabían que mi mundo y yo hacíamos agua pero las estrellas seguían en el cielo para llevarme de la mano. Hoy he llegado hasta aquí gracias a mis 23 estrellas. Gracias a: Alejandra, Jesús, Alba, Emilio, Luis, Jorge, Maslama, Samantha, Juanmi, Álvaro, Alejandro, Nuria, Adán, Aleix, Adrián, Carmen Padilla, Miriam, Marina, Javier, Paula, Carmen Rodríguez, Rubén y Carmen Toscano. Habéis sostenido mi mundo. Y gracias también a la maestra Pepa.
Os cuento cómo 23 estrellas no han cambiado mi mundo, sino que lo han sostenido.
A 1 de septiembre ni yo mismo apostaba un euro por mí. A 9 de septiembre a las tres de la tarde, mi mundo elegía su propio mundo pero todavía no conocía yo a mis 23 estrellas. A 3 de octubre ni mi mundo ni yo apostábamos por la supervivencia, aunque las 23 estrellas empezaban a alegrar mi camino. A 27 de noviembre mi mundo prefería estar de otro lado. A 22 de diciembre mi mundo me hacía ver que ya no estaba en mí ni yo en mi mundo. En enero la oscuridad se hizo entre el mundo y yo, mis 23 estrellas se esforzaban por iluminar mi camino. En febrero todo quedaba dictado para sentencia, ahí fueron mis 23 estrellas mi salvación. A 1 de marzo, quienes me conocen, sabían que mi mundo y yo hacíamos agua pero las estrellas seguían en el cielo para llevarme de la mano. Hoy he llegado hasta aquí gracias a mis 23 estrellas. Gracias a: Alejandra, Jesús, Alba, Emilio, Luis, Jorge, Maslama, Samantha, Juanmi, Álvaro, Alejandro, Nuria, Adán, Aleix, Adrián, Carmen Padilla, Miriam, Marina, Javier, Paula, Carmen Rodríguez, Rubén y Carmen Toscano. Habéis sostenido mi mundo. Y gracias también a la maestra Pepa.
Hablo por mí y por esas estrellas. No te has parado a pensar que si el Universo se mantiene es por la fuerza de atracción mutua?
ResponderEliminarSi las estrellas giran, y se extienden hasta el infinito y más allá es porque una sincronía lo hace posible.
Gracias, amigo, por estar ahí. Por ser el mejor vecino del 1°A que los dioses pudieran haberme ofrecido.
Hablo por mí y por esas estrellas. No te has parado a pensar que si el Universo se mantiene es por la fuerza de atracción mutua?
ResponderEliminarSi las estrellas giran, y se extienden hasta el infinito y más allá es porque una sincronía lo hace posible.
Gracias, amigo, por estar ahí. Por ser el mejor vecino del 1°A que los dioses pudieran haberme ofrecido.