La jornada que pasamos el martes 26 en el paraje de las Marismas tuvo momentos inolvidables. Brotaban la alegría, el entusiasmo, la curiosidad y el compañerismo: alegría por disfrutar de un día de sol en el que los colores y olores cobraban todo su esplendor; entusiasmo en unos niños y niñas que se sabían autores de su propio aprendizaje (dejaban sus aspiraciones en el muro, hacían volar sus ilusiones en el aire, plasmaban su plástica en elementos del entorno,...); una curiosidad infinita conforme iban descubriendo los rincones de un paisaje tan cercano del que solo tenían vagas referencias y del que habían obtenido información en la asamblea del día anterior sobre la flora, la fauna, los senderos,...; por último, resaltar el compañerismo entre nuestro alumnado y la colaboración inestimable de los maestros Mari Carmen y Rogelio, y nuestra alumna en prácticas Tamara, cooperando en todo momento con entusiasmo, discreción, cariño y saber estar.
Tenemos la satisfacción de que proyectos tan cercanos reúnan los elementos necesarios para la construcción de aprendizajes significativos.
Nos consta, porque así nos lo ha comunicado el alumnado, que pasaron un día pleno.
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